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CONSORCIOS EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
ASAMBLEAS VIRTUALES
Parte I

Por la Redacción de Latitud Periódico

1° de abril del 2021

Con la irrupción de la pandemia y la necesidad de dar soluciones a los problemas que tiene un edificio, las asambleas son necesarias, por ello, las asambleas virtuales le devuelven a los vecinos su derecho a decidir y aprobar la rendición de cuentas, renovar o revocar el mandato del administrador entre otros.

Este 23 de marzo pasado, desde la Dirección General de Defensa y Protección al Consumidor, emitió la disposición 5313-GCABA-DGDYPC para que todos los administradores ofrezcan a los consorcistas la posibilidad de realizar sus asambleas de forma digital con un protocolo específico que permita ejercer a los vecinos sus derechos y, a los administradores, cumplir con su mandato; esto puede ser por zoom, meet o teams.

Por Ley, administradores y consorcistas deben reunirse al menos una vez al año para aprobar la rendición de cuentas del ejercicio anual, este acto central para la vida consorcial quedó en jaque con la pandemia. Otro aspecto de relevancia que debe resolverse con el voto de los vecinos en asamblea es la renovación del mandato del administrador por un nuevo período (anual) y también, la integración del consejo de administración. En tal sentido, y para generar condiciones de certeza, la Ciudad dispuso una prórroga hasta 31 de marzo para que los administradores puedan cumplir con las obligaciones que exige la ley y así dotar de mayor transparencia y democracia a los consorcios porteños.

"Las asambleas virtuales le han devuelto al vecino de manera efectiva un control sobre las prioridades que deben atenderse, los servicios que se contratan, entre otros aspectos centrales que hacen a la vida consorcial", afirmó Facundo Carrillo, secretario de Atención Ciudadana y Gestión Comunal. "Hoy se puede participar de una reunión desde cualquier lugar o espacio, en los casos de superposición horaria se las puede ver en diferido y expresar el voto cuando existe una propuesta de decisión dentro de los 15 días", agregó.

Cristian Tettamanti administra varios edificios junto a su socio en la Ciudad de Buenos Aires y explicó los pros y algunas dificultades que han ido sorteando con ingenio: "En épocas de pandemia la virtualidad lo que nos hizo a los administradores es ganar tiempo en cuanto a que no tenemos tanto traslado. Por otro lado, podés asegurar la participación de mucha gente que antes no lo hacía". Respecto de las dificultades Cristian comentó: "Vemos que la gente mayor requiere más asistencia, por eso hemos propuesto que algunas unidades participen en forma comunitaria con un sólo dispositivo y ya hemos conseguido que más gente se sume de esa forma".

"Hice un montón de asambleas virtuales, todavía hay muchas personas que prefieren las presenciales pero, ante la imposibilidad de realizarlas por la pandemia, las comenzamos a hacer virtuales", contó Agustina Vegara, administradora matriculada de la Ciudad. "Lo mejor de las asambleas virtuales es que es muy fácil hacerlas y queda un buen registro de todo lo que se trató, aún sigue siendo engorrosa la firma del acta que se transcribe al papel, a veces tengo que ir varias veces a un edificio para conseguir esa firma", agregó.

Valeria Pisco, vecina de Villa Crespo, parece dar en la tecla respecto de las problemáticas que enfrentaban los consorcistas antes de la pandemia: "Creo que esta pandemia trajo cosas muy malas pero también cosas muy buenas en cuanto a descubrir una nueva forma de convivir". Desde su departamento de la calle Hidalgo, relató: "Las asambleas virtuales por lo que yo viví permiten una comunicación mucho más pacífica y ordenada, nos escuchamos, no se hablan entre las personas, ese era un punto por el que siempre discutíamos, uno hablaba sobre otro y era todo un lío".

Para Valeria la tecnología resolvió el principal foco de conflictos de las reuniones de consorcio. "Ahora todo es mucho más organizado, vos ponés una asamblea de una hora y dura eso, nadie se pisa, todos tienen que escuchar al otro porque no pueden interrumpir a menos que el administrador les de la palabra. Aparte sinceramente por una cuestión de comodidad también, yo puedo seguir trabajando como lo hago mientras me pongo los auriculares y escucho la asamblea, antes me daba como que era una pérdida de tiempo porque ni siquiera podías hablar tranquilamente".

"Gabriela Marascio tiene su departamento en el barrio de Flores, comenta que participó en un par de asambleas virtuales y está convencida de que, en el contexto actual, es la única vía o canal que le permite a los vecinos mantener las actividades consorciales. "Entiendo que es una nueva modalidad que llegó para quedarse, para mi es un beneficio, es algo que viene a sumar y de hecho fomenta la participación para los casos como el mío que vivo con una agenda súper apretada", sostuvo Gabriela.

"Yo tenía el preconcepto de que la gente grande no se iba a sumar, sin embargo en las últimas asambleas vi un par de propietarios muy mayores que se sumaron a la asamblea. Fue muy loable la verdad, los vi muy mayores, sin embargo vi su compromiso y la colaboración que prestaron, eso es muy gratificante y la verdad es que suma mucho al consorcio. Claro que hay que emprolijar temas como la votación, quizás con un sistema que cuente los votos, pero son cosas que se irán mejorando", concluyó Gabriela.

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